29 de noviembre de 2011

Ser Voluntario de Animales

Si te gustan los animales, si notas que tienes sensibilidad para con ellos, que quisieras ayudar a alguno que te sigue por la calle... si notas que en tu corazón hay lugar para ellos... tal vez sea tiempo de convertirte en Voluntario de Animales.

Lo primero es contactar con un grupo de personas que se dedique a esto, ya sea una protectora de animales, una veterinaria que de participación a la gente dentro de su entorno, o simplemente hacer un grupo de amigos que amen los animales y que dispongan de un día libre (o unas cuantas horas) para dedicarse a esto.

En las Redes Sociales puedes encontrar protectoras de animales de tu país, activistas, voluntarios y hacerte de compañeros que te guíen o expliquen, qué acciones realizan, dónde se reúnen y cuáles son las tareas en los refugios.

Para ser voluntarios debemos hacer las cosas con mucho gusto y buen ánimo. No lucraremos de dichas tareas, aunque seguramente aprenderemos mucho y mejoraremos como seres humanos.


Bicheros independientes y rescatistas.
Son aquellos que ayudan dónde y cómo puedan. Aquellos que cuando una yegua a punto de parir cae rendida tras cargar un carro, la ayudan a parir y se hacen cargo de los primeros instantes de vida del potrillo. Son aquellos que ven un perro flaco en su camino y no siguen de largo, se detienen y le dan comida. Son los que ven un cachorro vulnerable en la calle y lo recogen para posteriormente darlo en adopción. Los que al ver un perro herido lo recogen y lo internan en una veterinaria. Son aquellos que de una u otra manera ayudan en lo que pueden a mejorar la calidad de vida de algunos animales.

Estos bicheros deben estar siempre preparados, y llevar una mochila con elementos tales como: Collares, correas, comida para perros, pastillas para la sarna, etc.

Voluntarios de protectoras
Son aquellos que se unen a un refugio y dedican al menos una vez a la semana, varias horas a los animales.
La mayoría de las protectoras tienen perros rescatados de la vía pública. Pero también hay refugios con caballos, gatos, chivos, etc.
En las protectoras hay reglas a cumplir, según los dueños, los dirigentes de las mismas. Hay horarios y tareas asignadas a los grupos de voluntarios.
No hay edad para ser voluntarios, si bien lo ideal es que sean al menos adolescentes, ya que los niños deberán de ir acompañados de adultos responsables. Luego no importa hasta qué edad, mientras tengamos voluntad y ánimo para ayudar.

¿Con qué nos encontraremos en las protectoras de animales?
Con perros que han sido abandonados, maltratados, accidentados. Con caballos requisados por situaciones de explotación y maltrato.


Se supone que en la mayoría de los refugios los perros y gatos están de transitorio, para mejorar su estado físico y anímico, para finalmente reubicarlos en hogares adecuados.

 

Los voluntarios cumplirán muchas tareas importantes para la sanación del animal. Desde baños, paseos, mimos. Sociabilizarlos con el humano es muy importante para varios de ellos que llegan desconfiados y hasta agresivos por el maltrato o indiferencia al que han sido sometidos.





En las protectoras habrá muchas tareas a realizar. Por ejemplo, cuando llegan donaciones, hay que trabajar en tareas tales como: armar e ingresar cuchas nuevas a los caniles. Cortar alfombras de moquette usadas. Abrigar a los perritos con capas y abrigos donados.





Limpieza de predios.
Los refugios generalmente están en terrenos amplios, con pasto, árboles, etc.
Hay momentos en que se realizan jornadas para cortar yuyos, quemar ramas secas, etc.








Donde hay establos, podremos ayudar en su limpieza. Se rastrilla y recoje la bosta. Se carga en carretillas y se tira en algún lugar donde servirá de abono para el suelo.
Se arman las nuevas camas con aserrín limpio




En verano suelen acondicionarse los caniles de los perros, muchas veces se coloca sombra malla para evitar que el sol caliente sobremanera su hogar. Los voluntarios pueden ayudar en estas tareas también.



Hay jornadas especiales de limpiezas donde se mueven cuchas, se barre y lava hasta el último rincón. Se prolija el canil, se corta el pasto, etc.
Finalmente se fumiga para evitar la proliferación de pulgas y garrapatas.





No hay edad para ser voluntario, solo hace falta amor y compromiso.



Bañar a un perro tal vez sea una de las tareas más importantes, en especial cuando ingresan perros en avanzado estado de sarna y se requieren baños semanales con productos para combatirla.
En primavera y verano estos baños ayudarán a los animales a mantenerse limpios, frescos y libres de pulgas y garrapatas.



Pero el baño es más que un simple acto de higiene. Es un momento de sociabilización, donde el perro sentirá caricias en su cuerpo y donde irá dejando de lado los temores y desconfianzas que otros humanos con golpes pudieron haberle generado. Constituyen importantes momentos de toma de confianza, de aflojar tensiones al sentir masajes en su cuerpo.





Momentos de juegos.
Siempre habrá cachorros en las protectoras, aunque no en todas, ya que no son lugares ideales para ellos. Pero inevitablemente siempre llegarán perras abandonadas con sus cachorros. Y éstos sentirán la necesidad de jugar, de corretear, de recibir mimos y mas mimos.





Los paseos. Momento ideal de sociabilización.
El perro aprende a dejar colocarse un collar y correa y depositar su confianza en el voluntario que le otorga un momento de libertad, para salir de su canil, estirar las patas, caminar, correr, olfatear y curiosear el entorno. En el trayecto, nuestra voz y caricias, afianzarán el vínculo entre perro y humano.










Muchas veces los voluntarios podrán peinar, cortar el pelo a algunos perros.
Alimentarlos, proveerles de agua (tómando en cuenta que son decenas y decenas de animales, es importante que el voluntario revise los recipientes y los llene de agua cuando sea necesario)







En algunas protectoras habrá también caballos requisados por maltrato.


Hay refugios que son tipo granjas, donde hay otros animales tales como gallinas, chanchos, patos, chivos, ovejas, etc. Todos estos animales vivirán siempre libres y salvos de toda acción dañina hacia ellos.





Convertirse en voluntario de animales, será una  opción de vida maravillosa para quienes tengan el agrado de vivirla. No solo porque nos acercará a estos maravillosos seres vivos, descubriendo su inteligencia, lealtad, cariño... sino también porque conoceremos a otras personas con nuestros mismos gustos, con nuestra misma pasión: el amor hacia los animales.