1 de noviembre de 2009

Chingolos

Era Octubre cuando los chingolos volaban por todas partes. Era común verlos sobrevolar el fondo, o pararse en nuestra aún pelada parra, o bajando atrevidamente a tomar agua del recipiente de los perros.
Un par vigilaba nuestro fondo desde un árbol vecino.












Tanta atención llamó mi atención que seguí sus movimientos. Descubrimos que bajaba hasta una enredadera y se sumergía en ella, estaba allí unos minutos y luego volvía a salir.
Así que un día me acerqué y busqué entre las hojas y ramas y descubrí un nido!
Dos pichones pequeñitos dormían allí.



Uy! Han sentido ruido y abren grande el pico pidiendo comida..
Afuera sus padres nerviosos me "gritan" como queriendo alejarme del lugar.






18 de octubre de 2009





De acuerdo, dejémosles en paz. No sea cosa que los padres abandonen el nido.



Uno de los padres va a buscar comida, mientras el otro vigila el nido desde algún árbol cercano.
Y miren adónde han ido a construir el nido! A un metro de la colmena de abejas que se depositó en el paraiso pequeño...



Allí a la derecha, escondido entre las hojas verdes...
Ya han pasado 7 días desde la última vez que los vi, veamos cómo andan esos pichones...

25 de octubre de 2009



Ah! Cómo han crecido! Ya tienen más plumitas y abren bien los ojos. Están mas bonitos que la última vez.




















Enjambre de abejas cercano al nido de chingolos








La vigilancia de sus padres fue asombrosa. Hasta que un día, un pájaro se puso de un lado del cerco, el otro a unos metros y los pichones salieron del nido. Haciendo un poco de malabarismo e impulsados por el aliento de sus progenitores, los pichones se animaron y se lanzaron al vuelo.
Así toda la familia se fue y yo me quedé con saudade de aquella familia tan linda y con un nido abandonado y vacío...