31 de octubre de 2009

Dulce de Kinotos

En la fruta abrillantada que se come en las fiestas de Fin de Año, mis predilectas son: las cáscaras de naranja y los kinotos. Ultimamente, es muy dificil encontrar estos últimos, entre las frutas abrillantadas...
Hace unas semanas, recorriendo la feria de mi ciudad, en la parte de las frutas y verduras, descubro un puesto que vendía kinotos. Llamaron mi atención poderosamente, dado que nadie vende kinotos por aqui. Así que compré una bolsa de 600 grs.

Cuando llegué a casa busqué recetas de kinotos en Internet.
Tras algunas leves modificaciones, me quedé con la receta que a continuación describiré. Como nota diré que me quedó tan rico, que se comió enseguida. Dos semanas después, volví a encontrar en la feria y pregunté al puestero si ellos plantaban y me contó que la madre tiene dos árboles de kinotos que dan una barbaridad de frutos, pero que ya se les estaban acabando. Asi que ni lerda ni perezosa compré esta vez 2 kilos.
Si como a mi les gusta el kinoto en fruta abrillantada o natural, les recomiendo este dulce que es muy pero muy rico. Aquí tomé fotos de todo el proceso para mostrarles cómo se hace paso por paso.

INGREDIENTES:

  • 2 kilos de Kinotos
  • 1 1/2 de azúcar
  • Agua

RENDIMIENTO:

Aproximadamente 3 kilos de dulce (o un poco menos)


PROCEDIMIENTO PASO A PASO

1) Colocamos los kinotos en olla o balde con agua y los dejamos un rato para que se laven lo mejor posible.



2) Retiramos los kinotos del agua y los colocamos en una olla. Los cubrimos con agua y los llevamos al fuego para que hiervan aproximadamente 20 minutos. Deben quedar tiernos.






3) Los retiramos y dejamos enfriar. Cuando estén tibios, los cortamos en mitades y con cuidado les retiramos las semillas. Guardar las semillas en una taza.






4) Colocar los kinotos en mitades, dentro de otra olla. Conviene que ésta sea de acero inoxidable. En lo posible que no sea de aluminio.
*Nota: El aluminio se desprende y se deposita en la base de nuestro cerebro. El cuerpo no lo puede sacar por ser un metal.


5) Colocar el azúcar indicado sobre los kinotos.
Cubrir todo con agua y llevar al fuego moderado. Cuando comience a hervir, bajar el fuego de modo que se cocine bien lento. Revolver de vez en cuando, cuidando que no se queme en el fondo.
Se puede incluso hervir durante un buen rato y al día siguiente continuarlo.





Las semillas, cubrirlas de agua para enjuagarlas y dicha agua verterla en la olla.


Dejar la olla tapada si tiene algún orificio por donde salir el vapor, sino dejar la tapa semi-puesta.





Recomendable utilizar una cuchara de madera para revolver cada tanto el dulce.



El dulce estará pronto cuando los kinotos estén bastante transparentes y la parte líquida bastante consistente. Hay personas que les gusta el dulce medio flojo, otros prefieren que quede bien consistente. A mi no me gusta muy duro, aqui les muestro cómo debería quedar. Tiempo aproximado de coción: 2 horas a fuego muy lento.





6) Retirar cuando se haya enfriado, a bollones esterilizados si se piensa guardar durante un buen tiempo. En casa, como se come asiduamente, los guardamos en cualquier frasco o pote de plástico que guardamos de otros productos.





Anímense y háganlo. Es delicioso.

Sobre el Kinoto:
Es una fruta que cuando madura tiene color anaranjado.
Es muy utilizada para la elaboración de confituras como kinotos en almíbar, kinotos abrillantados, dulce de kinoto.
Entre sus propiedades nutricionales, se destaca un alto contenido en fibra, calcio y vitamina C.

23 de octubre de 2009

Abejas en primavera

Un enjambre, es un gran grupo de abejas, que junto a su reina, sale de su colmena a formar otra colonia.


Cuando las colonias ya no tienen espacio para reproducirse y almacenar miel, las abejas se dividen en grupos que denominamos enjambres. Esto sucede generalmente en primavera.
En la colonia original las obreras crían nuevas celdas reales para tener una reina nueva (recién nacida).
Así, la mitad de las abejas, parte con su reina vieja a posarse sobre la rama o tronco de algún árbol hasta que las abejas exploradoras seleccionan un buen lugar donde comenzar una nueva colonia.


El pasado 22 de octubre, un enjambre se posaba en el sauce-mimbre del fondo de mi casa. Un alborotado grupo de abejas, estaban formando una espesa bola sobre el tronco.



A medio metro, cerca de uno de los palos del alambrado, hay un nido de chingolos con 3 pichones.


Al día siguiente por la mañana, las abejas están tranquilas, formando una esfera.






Cuando los enjambres reposan sobre un árbol, es el momento ideal para que los apicultores lo capturen. Si logran poner la mayoría de las abejas, incluyendo la reina, en un cajón con cuadros de cera labrados, el resto de las abejas podrá formar allí su colonia. Este proceso es relativamente simple, aunque no siempre resulta efectivo. Si el resultado es positivo, el apicultor habrá ganado una nueva colmena.


Para este trabajo, he llamado a un alumno que tiene varias colmenas. Ama la apicultura y se ha venido con su equipo, para intentar poner en un cajón, el enjambre y así poder llevárselo a su campo.






Colocamos una mesa y encima de unos baldes el cajón con los cuadros, para que quede lo más cercano posible al enjambre.



Manos a la obra!



Con un golpe o sacudida, o simplemente empujándolas con las manos enguantadas, se intenta poner la bola de abejas dentro del cajón.















Una vez concluida la maniobra, se tapa el cajón. En este caso aseguramos con una pesada piedra encima, dado que está pronosticada una tormenta de lluvia y viento para la noche inmediata.



Es conveniente dejar este recipiente en el mismo lugar durante algunos días, ya que si la reina "quedó" dentro del cajón, el resto de las abejas entrarán solitas con el paso de las horas, atraídas por una feromona especial que emiten las obreras.







24 de octubre.
El enjambre no se ha formado en el cajón, no tuvimos suerte en el primer intento. Pese a la lluvia y viento de la noche pasada, las abejas se han vuelto a reunir en el tronco del mimbre, abandonando el cajón por unos pequeñas aberturas (por donde se suponía que debían entrar).




















El fondo de mi casa está tan silvestre que por el momento el enjambre no ha encontrado otro lugar más acogedor. Entre tanto verde y flores, tenemos una enredadera de Burucuyá (Mburucujá), que se ha extendido por el parral y por sobre los galpones del fondo. Dicha enredadera, a diario es visitada por decenas de abejorros y abejas que vuelan y se posan sobre sus flores.