5 de septiembre de 2009

Dibujos Animados

Los dibujos animados fueron, son y serán parte importante de nuestras vidas. Y no me refiero únicamente a la infancia; mi padre disfrutaba mucho de ellos ya de mayor y se reía como niño al ver a Popeye el marino, Speedy González, El pájaro Loco, Tom y Jerry, etc.

En mi niñez y primeros años de la adolescencia disfruté mucho de los anime.
Los Anime son los dibujos animados de procedencia japonesa. Tradicionalmente se dibujan a mano…






…aunque claro, con la tecnología hoy día se ha vuelto común la animación en computadora.




En estos dibujos, generalmente se desarrolla una trama compleja a lo largo de un cierto número de episodios.
Las figuras humanas del Animé, se caracterizan por tener personajes con ojos muy grandes y redondos (todo lo contrario a los ojos rasgados de los japoneses) y generalmente de cabellos largos de diversos colores (al menos los dibujos actuales).

Hay clásicos animé, que fueron vistos alrededor del mundo, dibujos que varias generaciones disfrutaron, series que cada tarde nos acompañaban a la llegada de la escuela o del liceo. Muchos de estos dibujos estaban cargados de valores que hoy día se deberían resaltar en la TV, tales como: la amistad, la lealtad, la humildad, la justicia, el valor, el perdón, la ternura y el amor.


Estos fueron los animé que miré en la TV cuando era niña y pre-adolescente: Astroboy, Kimba, Marco, Heidi y Candy Candy. Posiblemente haya visto más, pero estos fueron los que más me gustaron.

Astroboy, el robot con cuerpo de niño y sentimientos de humano, tuvo su primer episodio en 1963 (en blanco y negro), luego de su gran éxito en su versión en papel.



Leí extrañada que en ese entonces, este animé fue censurado en los Estados Unidos por la cadena de televisión NBC por considerarlo "inhumano con los animales", ya que trataba de cómo un científico secuestraba perros y los convertía en soldados Cyborg. Sin embargo, Astroboy se hizo famoso, y en 1980 fue emitida en color y en el 2003 una nueva versión fue filmada ya con técnicas de animación y de color digital.
Astroboy quedó en la mente de miles de chicos y jóvenes, trascendió las fronteras de Japón, tanto así, que la obra de Osamu Tezuka fue llevada al cine y salió a la luz en octubre 2009 en EE.UU. Esta última versión está muy bien lograda. Recomendable.








Kimba el león blanco fue sumamente popular en Japón, desde sus inicios en 1965. Asimismo trascendió fronteras. Lo dieron hace muchos años en el Uruguay. Lo disfruté en mi infancia y me gustaba mucho, tanto que entre los perritos que he tenido, al menos un par ha llevado el nombre Kimba.








Marco de los Apeninos a los Andes, se transmitió en Japón en 1976. ¿Quién no recuerda a ese valiente niñito Italiano que parte de Génova en busca de su madre que está en América del Sur trabajando? Muchos compartimos las aventuras del largo trayecto de Marco.





Heidi. Si bien fue un libro infantil de 1880 de la escritora suiza Johanna Spyri, la primera versión en dibujos animados fue la serie japonesa de televisión Heidi de 1974. La pequeña huérfana que es llevada por su tía a las montañas, a vivir en una cabaña con su ermitaño abuelo, tuvo también su película, antes incluso del animé, en 1937, donde la protagonista es interpretada por Shirley Temple.




Meteoro fue transmitida en Japón entre 1967 y 1968 y trataba sobre las aventuras de un corredor automovilístico.



Candy Candy fue mi anime preferido. Se dió a luz en 1978. Particularmente, deseaba que llegara la tarde para verlo. Este anime
se transmitió en 115 episodios de 21 minutos, durante los cuales Candy White, una traviesa niña huérfana, crece en el Hogar de Pony, con otros niños que la consideran "El jefe". Las travesuras marcan su personalidad en la niñez, pero la vemos crecer, conocer nuevas amistades, llorar y reír, viajar y estudiar. Trabajar, enamorarse y sufrir. Pero sobre todo, nos enseña a perdonar, a desilucionarse y una vez más volver a confiar.


Muchos de estos animes, pueden encontrarse hoy día en Youtube, algunos con sus capítulos completos, tal es el caso de Candy Candy, el cual me di el gusto de descargarme y volver a mirarlo completo, luego de más de 20 años. Fue una deliciosa caricia a la ternura de mi niño interior.


No puedo dejar de nombrar a Erase una vez el hombre que si bien no fue un animé, fue una estupenda serie de televisión animada francesa de 26 episodios, cada una de una duración de unos 25 minutos. Con ella los niños aprendíamos todo sobre el inicio de la humanidad, los grandes imperios, conocíamos a los Vikingos y aprendíamos sobre La belle epoque.


En resumen. Anime o no, los dibujos animados son parte de nuestros recuerdos y muchas veces el cariño por ellos permanece aunque nuestra edad continúe su camino.







Los animé de Hayao Miyasaki, mucho más actuales, son una muestra de que los dibujos japoneses siguen siendo magníficos. Sus historias ya no tan para niños, sino mas recomendables para mayores, tratan temas reales, y a la vez despliegan un mundo mágico de personajes maravillosos, paisajes y música que nos envolverán en sus historias. Para ver más sobre los animé de Hayao dar clic AQUI.